Hablemos sobre ellas y sobre correr el maratón de la amargura

Quienes hayan corrido alguna ves un maratón en su vida se podrán imaginar la metáfora que daré a continuación, y quizás me puedan comprender...Ellas son como un maratón; como un maldito maratón de la amargura; llevan mi cuerpo hasta la extenuación; me hacen sangrar, sudar, llorar y gritar. Sin embargo, yo nunca flaqueo, me mantengo firme y con la cabeza erguida, yo nunca, nunca me cansó de correr como aquél Kokichi Tsuburaya que un buen día jamás volvió a correr. Yo sé que algún día encontraré a esa mujer perfecta; aquélla musa que sea la dueña de mis pasiones oníricas; aquélla a quién me reciba con un cálido beso a la luz de la apasionada luna de colores irreales y numinosos. !Oh! !Ese día llegará! !Y ese gran día dejará de ser para mi el maratón de la amargura! Sé que una de ellas, sólo una, la indicada dejará de hacerme sufrir como todas las demás; me amará y yo lo amaré tanto con tal ímpetu de mi corazón. Y al fin, dos corazones acendrados y puros se unirán hasta el fin de los siglos; se elevarán al empíreo y por fin el maratón de la amargura desaparecerá para siempre. !No más sufrimiento, no más dolor! !Adiós al maratón de la amargura! !Amor sempiterno! 

PD: Hasfalae dejó un rató el blog, y el otro que él ha nombrado, ha publicado esto.  A él lo conocen como H.C Fargrim.

1. Kokichi Tstuburaya: Fue un corredor de la maratón, ganador de la medalla de bronce en los juegos olímpicos de Tokio del 64, tras esto, se suicidó por no haber ganado el oro.