Dedicado a una persona especial que ya no está...

Ayer le soñé: Le vi con su sonrisa única; feliz. Me hablaba como en otrora tiempo; cómo cuando era un párvulo de diecisiete años que no sabía nada de la vida. Desperté inmediatamente y lloré como nunca antes lo había hecho. Mi corazón desértico se torno, se volvió estéril, llano y consumido por una atroz guerra interna propia de los infiernos, incluso más allá que la cruenta Somme.

!Oh! !Cuán infortunio y desdichado fue el día que me enteré que partió de esta tierra! No podía ser, no podía concebirlo.  Parecía que había sido ayer cuándo por primera vez jugábamos partidas de ajedrez una ves a la semana por durante un año. Cuando fuimos a CU usted y yo en el año 2012 al festival de ajedrez y nos firmaron nuestros tableros la campeona del mundo y el futuro campeón mundial. Solos usted y yo Sra. Marina, reíamos, conversábamos de cosas en comunes y bromeábamos, felices por nuestras firmas, sin preocupación alguna, y después fuimos al teatro. Fuimos buenos amigos, una gran y única amiga... pesé a que usted me triplicaba mi edad, eso no importaba, no fue frontera para la amistad. Yo nunca me fijé en nada de eso, ni tan siquiera lo consideré

!Cuánto extraño aquéllos tiempos! !Oh Dios, dioses! !Cuidad de ella allá en el alto empíreo! !Sé que algún día la veré, por que en algún momento yo llegaré con usted y mi corazón exultado se transformará!   !Jugaremos de nuevo, platicaremos de aperturas y demás! !Un summerland ideal, dónde no haya problemas ni tormentos! !Descanse en paz!